Josué Quijano, entre los grandes defensa

13.03.2013 16:15

 

 

JOSUÉ QUIJANO, DEL FERRETI

Managua, Nicaragua | elnuevodiario.com.ni

Imparable por sector derecho

Por Mariano López | Deportes

Imparable por sector derecho
Josué Quijano. CORTESIA/END



En los espacios sin aire por los que a menudo camina un club grande como el Ferreti, suele encontrar una pizca de oxígeno para respirar. Sirve, por tanto, para exhibir la calidad de esa parte del tránsito. Josué Quijano es el jugador superior. Le gusta jugar de lateral derecho y se ha convertido en el mejor del país en esa posición.

Técnicamente está bien dotado, podría ser el central si se lo propone, pero deambula como ajustador de posiciones. Vive al acecho del arco contrario sin medir sacrificio físico y por eso mismo desconocemos su tope.

Reactivo, dinámico y presente. Son aspectos probablemente de sus fuertes. Sin ser demasiado alto, es potente, conduce erguido y tiene un cambio de ritmo corto pero intenso apareciendo por banda. En su origen es lateral y tiene cualidades físicas para ello, pero su talento lo autoriza para más. Es apto para competir a nivel físico con jugadores más corpulentos y además le permite chocar y soportar.

Ámbito técnico

Partiendo de la idea de que su posición original es el lateral derecho, podríamos asegurar que, técnicamente, es muy superior a la media. Derecho cerrado, pero técnico. Sus recepciones son notables cuando el balón va hacia su pierna diestra, mientras que su capacidad asociativa no se resiente siempre que el balón circule. Por eso, probablemente nunca haya dispuesto de minutos en la izquierda. Golpeando el balón también es notable, no del todo disparando, pero sí en sus centros usando el interior del pie.

Puede ocupar cualquier posición partiendo desde el sector derecho. Habitualmente parte como lateral, pero en el 4-5-1 que utiliza Henry Urbina funciona bien como exterior, aunque se pierde ligeramente yendo hacia el carril central por su continua orientación hacia el perfil exterior, en su caso, el derecho. Su aportación colectiva es óptima, pues es uno de los desequilibrios diferenciales del Ferreti, gracias a la conducción.

Cuando juega de central, su recorrido queda mermado, pero el contexto aleja al jugador del lateral, pues la posesión es corta y no favorece la llegada de los laterales. Repliega bien, es liviano a la hora de mantener la posición, por lo que no necesita estar acompañado por algún barredor.